Estamos viviendo en la época en la cual avanza la sexta extinción de especie de la historia de la Tierra. Cuáles son las causas? La industrialización, el estilo de vida de muchas poblaciones en los países desarrollados y en desarrollo, la falta de conciencia y conocimientos acerca del tema, la falta de apoyo de los gobiernos y como consecuencia de todo, el avance de las consecuencias del efecto invernadero... Como en muchos países del mundo, nos enfrentamos cada día en nuestro proyecto con el grande problema de la deforestación. Dato que llama la atención son los 200 millones m3 de foresta que se han perdido desde 1990. Solo entre 2010 y 2015 se perdieron 7 millones de hectáreas de foresta virgen, sobretodo en África y en Sudamérica.

Se deforesta por la ganadería, para crear pastos, para extender la superficie agrícola (cada año se pierden 7,2 millones de hectáreas de forestas tropical para sembrar cultivos), por la tala indiscriminada de madera fina, por incendios dolosos o involuntarios. De esta manera se destruye un ecosistema, se destruye el hábitat natural de muchas especies de animales y de plantas y se deja la tierra expuesta a la erosión.

Los arboles tienen un papel fundamental en la protección y en el enriquecimiento del suelo, además de absorber una gran cantidad de dióxido de carbono (primer culpable del efecto invernadero): absorben CO2 (296 Gt ) y sacan oxigeno con la fotosíntesis, mantienen la tierra compacta con sus raíces funcionando como terraplén contra las inundaciones, intercambian substancias nutritivas con la tierra a través de las raíces y de las hojas que caen al suelo y lo nutren, mantienen sombra y humedad para que no haya demasiado evaporación de agua debida a los rayos directos del sol.

De los bosques, de los fenómenos climáticos que se generan en ellos, nacen vertientes de agua, esenciales para cualquier forma de vida, humana, animal y vegetal. Otro problema que afecta muchos ecosistemas es la contaminación de los ríos. La agricultura industrial hace uso masivo de agroquímicos que la tierra absorbe, las poblaciones campesinas más pobres siguen tirando la basura y sus desperdicios al rio, las empresas de pesca emplean químicos en la actividad, que se queda en el agua. Eso daña los ecosistemas tanto de tierra como de agua y afecta a todo el medioambiente con consecuencias catastróficas para la vida de todos.

Ecuador registra una de las tasas más altas de deforestación de Latinoamérica, con una pérdida anual de entre unas 60.000 a 200.000 hectáreas de bosques nativos. El país cuenta con unos 9,6 millones de hectáreas de bosques primarios, según el Gobierno, y es uno de los países de la región con más variedad de árboles, debido a la amplia diferencia climática de su territorio.

Los ecosistemas van desde el páramo andino al húmedo tropical de la Amazonía, donde se encuentra el parque Yasuní, considerada por científicos como la zona más biodiversa del mundo. El ecosistema del bosque seco hospeda a especies que son entre las más resistentes porque viven con tres meses de lluvia en un año, y un sol abrasador siempre presente. A pesar de eso, su equilibrio es muy frágil. Con el cambio climático se ha reducido la cantidad de lluvia anual que debería oscilar de 1000 a 2000 mm. En los inviernos de los últimos años casi no alcanzamos llenar a los riachuelos y a los esteros y la temporada se ha puesto más corta y seca.

 

 

 

DATOS DE Global Forest Resources Assessment 2015 - Fao- Uno